Los más grandes actos de maldad de la historia no fueron cometidos por fanáticos, sino por gente corriente que aceptó la ley del estado.
http://www2.scu.edu.tw/politics/journal/doc/j23/1.pdf
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lunes, 5 de marzo de 2012
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A partir de una cita de la propia Hannah Arendt: "Cuando su trabajo le lleva a asesinar a alguien, no se considera un asesino, ya que no lo ha hecho por inclinación personal, sino a título profesional. Por pura pasión, él no mataría ni una mosca", Slavenka Drakulic construyó una libro espeluznante, _No matarían ni una mosca. Criminales de guerra en el banquillo_, que investiga sobre la vida anterior y posterior de algunos de los asesinos más sanguinarios durante la guerra de los Balcanes. "¿Quiénes eran? ¿Gente corriente como usted o como yo, o bien eran monstruos?"
ResponderEliminarEl libro no responde a la peor pregunta de todas: ¿Hubiéramos hecho nosotros lo mismo de haber estado en ese lugar?
Quizás haya gente malvada, o (lo que es peor todavía) todos podríamos serlo si se nos pone en la encrucijada adecuada.
Esta misma cuestión se me planteó con el final de 1984 (G. Orwell), si hacéis un ejercicio de memoria recordaréis que el protagonista pronuncia una frase terrible (de esas que se quedan para siempre) porque no es capaz de soportar la situación.
Ambos textos, en caso de que no los hayáis leído, os los recomiendo encarecidamente.